cada una de nuestras palabras han sido enseñadas
por nuestros comportados profesores
en salas bien cuidadas, (cualquier similitud con la cárcel es una mera coincidencia).
cada palabra que aprendimos, la aprendimos en base a un diccionario de la clase dirigente
que puso en nuestra boca conceptos y definiciones de acuerdo a sus necesidades de dominación.
somos la prole bien nutrida de estupefacientes y comidas snack dead
de aguas contaminadas y elixires burbujeantes
somos los hijos de los conformados,
los que ayer luchaban y se vestían de revolucionarios y hoy compran nada disfrazada de contenido
pagando con su vida el precio del vacío.
llenan sus arcas de mercaderías que no alimentan
pa decir que en casa no falta nada,
hijos de la madre ausente
de comidas congeladas en la heladera
de colaciones empaquetadas
de educación televisiva,
de tiempos cortos,
de necesidades impertinentes,
de inconstancia abrasiva
de amores ficticios que nacen de acuerdo a la oferta y demanda de personalidades,
somos producto del subproducto.
psicólogodependientes
incapaces de entender qué pasa dentro de nosotros
somos el resultado de sus temores
somos la generación de la depresión
la generación de las oportunidades etéreas
somos aquellos que creen abrazar al mundo a través de una pantalla cada vez más plana.
somos los que pocas veces sentimos el viento en la cara
y no entendemos la procedencia natural de lo plástico de nuestros hábitos.
somos los decepcionados de la decepción,
fruto del árbol caído.
observadores de la nada,
víctimas de la carta cromática que gira hipnotizándonos con colores inexistentes.
somos el lamento hecho arte.
arte en fila a la espera de un casting televisivo.
somos la mentira hecha certeza
hijos del purgatorio, del cielo, del infierno, del sexo, el porno y las pastillas.
somos los traga píldoras para la ansiedad,
para el pánico, el miedo, el deseo, para dejar de ser, para intentar ser,
para dormir, para despertar, para desear más, desear menos,
para erecciones duraderas,
para duraciones sintéticas
píldoras para el coraje,
píldoras para ir a la guerra,
para volver de ella,
píldoras para la culpa,
píldoras anti inocencia
anti decencia
anti cuerpos
anti balas
antítesis
ante todo y después de nada,
anti vida
somos aquello que quisiéramos dejar de ser.
errantes de un destino pre fabricado
culpables por siempre.
de nuestra ineptitud como seres humanos
q nos entierra día a día.
presos del ego y del superhombre
hasta el derrumbe de los cimientos patriarcales.
esto no es mas que una revolución estética
q busca nuevos líderes para representar nuevos poderes perpetuos
y no merece más q una pared blanca en una de las tantas salas oligarcas
donde cualquier cosa es arte.